¿Por qué es recomendable hacer testamento?

La palabra testamento parece tabú en muchos hogares, y es normal puesto que siempre aparece vinculado al fallecimiento. No obstante, y siendo prácticos, es algo más necesario de lo que creemos y que soluciona muchos problemas a la hora de enfrentarse a una herencia. Gracias al testamento, la persona tiene control sobre sus bienes una vez no esté.

¿Qué es exactamente un testamento?

Un testamento es un instrumento legal a través del que una persona expresa su voluntad sobre cómo se dispondrán sus bienes una vez haya fallecido. No se trata de un listado firmado por la persona emisora, sino que debe cumplir algunos requisitos para que sea tenido en cuenta legalmente.

Este acto puede llevarlo a cabo cualquier persona natural, siempre y cuando sea mayor de 14 años y no esté inhabilitado para ello. Esto último ocurre, por ejemplo, cuando la persona padece alzheimer u otras enfermedades mentales que le incapacitan para tomar decisiones como ésta, para evitar así una manipulación o una mala interpretación de sus deseos.

¿Qué tipos de testamentos hay?

– Testamentos abiertos:

Este testamento se lleva a cabo en presencia de un notario que, además de firmarlo, asesora e incluso lo redacta. Esto es muy favorable, ya que de este modo nos aseguramos que nuestro acto va a tener validez y no será anulado por defectos formales o por incumplir la ley. Además, tanto el notario como quien le suceda, está obligado a guardar la copia original e informar de su existencia en el Registro General de Actos de Última Voluntad.

Como aclaración, el hecho de que se llame «abierto» no significa que sea público. La confidencialidad y la privacidad se respetan en todo momento hasta que llegue el momento de comunicar su contenido a los herederos.

– Testamentos cerrados:

En esta tipología, ni siquiera el notario conoce el contenido del testamento. Se entregará en un sobre cerrado y tendrá que ser validado por el propio notario, que no lo abrirá hasta que no se produzca el fallecimiento. Este es más arriesgado si no conocemos la ley y los procedimientos formales, pero al mismo tiempo nos permite llevar a cabo acciones que los otros no, como elegir colaborar con una entidad sin ánimo de lucro o dejar un legado solidario.

– Testamentos ológrafos:

Son los elaborados manualmente por la persona interesada, aunque debe cumplir con unos formalismos indispensables, como la fecha, la voluntad inequívoca, la firma y demás. Este testamento no es validado por ningún notario, por lo que después del fallecimiento tendrá que presentarse ante un juez de Primera instancia antes de que se cumplan 5 años.

Desde nuestro punto de vista, este no es el más recomendable, ya que puede ser anulado por el juez e implica muchos más gastos al tener que hacerse toda la tramitación legal a posteriori.

Además de estas tres tipologías, pertenecientes a la categoría de «comunes», también existen otros llamados «especiales», que engloban a los testamentos militares, marítimos y extranjeros.

¿Cuánto cuesta?

Esta es una de las cuestiones más recurrentes. A muchos puede sorprenderles, pero existen trámites más baratos que este, ya que cuesta alrededor de 50 euros, independientemente del valor de los inmuebles de la persona que lo realiza. En este punto es importante pensar no solo en lo que ahorramos en el momento, sino en todo el gasto que podemos evitar en el futuro.

¿En qué nos puede ayudar?

El testamento es una herramienta muy útil para evitar procedimientos tediosos o complicados tras la muerte de un familiar. Las ventajas más destacables son:

– Evitar hacer la Declaración de herederos, mucho más costosa que un testamento

– Proporcionar la protección adecuada a los menores de edad

– Asegurar la correcta adjudicación de bienes, para que éstos se repartan tal y como quería el testador. Al no existir testamento, todos los bienes se dividen uno a uno por el número de herederos naturales que haya.

– Evitar conflictos por el reparto

– Dejar algo más que dinero a nuestros seres queridos. Unas palabras de aliento en un momento tan complicado, una declaración de amor, unos consejos… Eso también puede formar parte de un testamento legal.

Si necesitáis más información acerca de testamentos, podéis contactar aquí con nosotros.

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